- El salmista David declara: "Oh Dios, de mañana me presentaré delante de ti; antes que amanezca vendré a ti, pero mi deseo no es recibir alguna bendición, no; tengo un gran afán de hacer tu voluntad, por lo tanto de mañana antes de ocuparme en otras cosas me presentaré ante ti y te diré Señor: Aquí estoy oh Dios, ¿Qué deseas de mí? ¿Qué deseas que yo haga"
- Esta oración es realizada por una persona que tiene a Dios en primer lugar en su vida; estas palabras expresan el sentir: "Señor, antes que mis necesidades, estás Tu; lo mío puede esperar, manda que tu siervo escucha."
- Esta oración deja ver un corazón de una persona que entiende que el reino de Dios es lo importante y por eso le da el lugar que le corresponde en su oración. "¡Oh Señor de mañana me presentaré delante de ti y esperaré!".
- En este mundo de afanes, qué difícil es esperar y esto aún tiene que ver con nuestra oración; hemos trasladado el afán de la vida diaria a nuestra vida espiritual y en lugar de esperar, es como si le dijéramos al Señor: "Te doy una hora, pero ni un minuto más porque tengo muchos compromisos."
- Cuando no expresamos estas palabras es porque pensamos que el tiempo nos pertenece y que nuestras ocupaciones son más importantes que Dios. Esperar delante de Dios lo consideramos de alguna manera como una pérdida y no una ganancia. El hombre conforme al corazón de Dios es aquel que dice: "Aquí estoy, oh Dios, vengo a ti, no tengo ningún afán. Esperaré en ti."
Diseñado por Mensajeras en Acción. Ellas son las autoras del mensaje de vida que participan compartiendo todo lo que edifica, transforma, restaura y fortalece en tiempos de crisis. Accionando para establecer un nuevo tiempo para ti mujer y para ti familia.
domingo, 23 de octubre de 2011
¡Me presentaré y esperaré! Por: Pastora Chiara Santiago
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